Las
células dendríticas forman parte del sistema inmunitario. Se encuentran en la
sangre, piel, en las membranas mucosas y los órganos linfoides (la médula ósea
y el timo). Permiten desencadenar las respuestas inmunitarias apropiadas cuando
existe un peligro para nuestro organismo. Las células dendríticas tienen
receptores que les permiten fabricar el antígeno correspondiente a la agresión.
Participan en la activación de los linfocitos T, glóbulos blancos de la sangre,
y emigran por el organismo a través de los vasos linfáticos.
Descubrimiento de la célula dendrítica
Las
células dendríticas fueron descritas por primera vez por el científico alemán
Paul Langerhans a finales del siglo XIX. Cuando aún no se había graduado,
utilizó técnicas en las que se empleaba cloruro de oro desarrolladas por Julius
Cohnheim para detectar unas células no pigmentarias de la epidermis, que
describió como receptores de señales extracutáneas por el sistema nervioso.Sin embargo, no fue capaz de averiguar su auténtica naturaleza y función, que
permanecieron como un misterio para los investigadores durante más de cien
años.
Origen
Como
otros glóbulos blancos, las células dendríticas derivan de células
hematopoyéticas. Cuando todavía son inmaduras, su función es ir buscando
constantemente patógenos al medio que las rodea mediante receptores de
reconocimiento de patrones. Cuando encuentran un antígeno válido, empiezan a
madurar y migran hacia los ganglios linfáticos, donde se encuentran los
linfocitos. Cuando los linfocitos T detectan un antígeno en una célula
dendrítica, se activan, proliferan. A su vez, los linfocitos T activan los
linfocitos B, que producen anticuerpos, y a partir de ese momento la defensa
contra los patógenos pasa al terreno de la inmunidad adquirida.
Función
Las
CD estimulan a los linfocitos T de una manera mucho más potente que los
macrófagos o los linfocitos B. Su expresión de moléculas de MHC es entre 10 y
100 veces mayor que la de los linfocitos B3. Imágenes a tiempo real de CD
murinas y linfocitos T naive en ganglios linfáticos intactos revelan que una CD
puede interaccionar hasta con 500 linfocitos T en una hora.
La
activación eficaz de los linfocitos T por parte de las CD necesita de varias
señales consecutivas. Las CD pueden activar tanto a linfocitos T CD4+ como
linfocitos T CD8+ por presentación antigénica vía MHC clase II y MHC clase I,
respectivamente, lo que constituiría la primera señal. La segunda señal se
realiza por la interacción con moléculas coestimuladoras presentes en las CD maduras:
CD80 y CD86 con el receptor linfocitario CD28, y la familia TNF con los
receptores linfocitarios TNF. Si falla esta coestimulación, los linfocitos T se
vuelven tolerogénicos.
Tras
su activación, los linfocitos T vírgenes sufren una expansión clonal y una
diferenciación a células efectoras secretoras de citoquinas y células memoria.
El tipo de respuesta consiguiente de los linfocitos T depende de varios
factores, como la concentración antigénica en la CD, la afinidad del TCR por el
MHC, la duración de la interacción de la CD con el linfocito T, el estado de
maduración de la CD, y el tipo de estímulo responsable de la maduración de la
CD58. La supervivencia a largo plazo de los linfocitos T y su diferenciación a
células de memoria y efectoras requiere la interacción con CD maduras. La
activación inducida por CD inmaduras es de más corta duración.
Los
linfocitos CD4+ pueden diferenciarse hacia linfocitos Th-1, que producen IFNγ y
secundan una respuesta de linfocitos T CD8+ citotóxicos, o hacia linfocitos
Th-2, que producen IL-4, IL-5 e IL-13, e implican inmunidad humoral y
disminución de la respuesta Th-1. El patrón de citoquinas producido por la CD
activada determinará la dirección de esta polarización; IL-12, IL-18 e IL-27
dirigen hacia Th-1, mientras que CCL17, CCL22 o la ausencia de IL-12 lo hacen
hacia Th-2. A su vez, este patrón de citoquinas está regulado por factores como
el subtipo de CD, la localización anatómica de la CD o el tipo de estímulo
madurador. Estos parámetros también controlan otras características de la
respuesta de los linfocitos T.
La
cooperación de los linfocitos T CD4+ en el momento de la activación es
necesaria para generar linfocitos T CD8+ memoria. Se cree que esta interacción
está mediada por la unión entre la molécula CD40 de la CD y su ligando en el
linfocito CD4 activado, el CD40L59, aunque hay estudios que sugieren una
interacción directa entre los linfocitos CD4+ y el CD40 de los linfocitos
CD8+60. Otras moléculas que se han implicado en la generación de células de
memoria y en las respuestas duraderas son proteínas pertenecientes a las
familias de CD28 y del receptor de TNF (TNFR).
Además
de su papel central en la activación de los linfocitos T, las CD interactúan
directamente con células NK, células NKT y linfocitos B. CD madura y CD
inmadura pueden activar e inducir la expansión de células NK. Las CD activadas también inducen directamente la
proliferación de linfocitos B, el cambio de isotipo de inmunoglobulinas y su
diferenciación a células plasmáticas secretoras de anticuerpos; estas acciones
las pueden llevar a cabo tanto de forma linfocito T-dependiente como linfocito
T-independiente. Es reseñable el papel de la CD en la generación de la
tolerancia inmunológica antígeno-específica en el control de los fenómenos
autoinmunes. Las CD tímicas promueven la eliminación de los linfocitos T
autorreactivos, y las CD periféricas inducen tolerancia principalmente en su
estado inmaduro o semimaduro. Como ya se ha comentado, la presentación
antigénica en ausencia de moléculas coestimuladoras o sin IL-12 induce
linfocitos T reguladores que suprimen la respuesta inmune mediante la secreción
de IL-10 y TGFβ.
Tipos
·
Células de
Langerhans: Las células de Langerhans son un tipo de células dendríticas que
residen en la epidermis. Suelen encontrarse en los ganglio linfáticos y otros
órganos, incluyendo el estrato espinoso de la epidermis. También se las puede
encontrar en otras partes del cuerpo, especialmente en relación con la
histiocitosis. Cuando se produce una infección de la piel, las células de
Langerhans cercanas captan y procesan los antígenos
·
Células dendríticas
intersticiales: Las células dendríticas intersticiales (IDC) son un tipo de DC
cercano a las DC linfoides. Se distinguen de los macrófagos tisulares por su
fenotipo inmunológico, así como sus características citoquímicas y funcionales.
·
Células dendríticas
plasmacitoides: Las células dendríticas plasmacitoides (PDC) son un subtipo
raro de células dendríticas en circulación que se encuentran en la sangre y los
órganos linfoides periféricos. Estas células expresan marcadores de superficie
CD123, CLEC4C y BDCA-4, pero no expresan ni CD11c ni CD14, lo que las distingue
de las células dendríticas convencionales y los monocitos, respectivamente.
Como parte del sistema inmunitario innato, expresan los receptores de tipo Toll
7 y 9, que permiten detectar ácidos nucleicos víricos y bacterianos. Al ser estimuladas
y activadas, estas células producen grandes cantidades de interferón de tipo I
(principalmente IFN-α (alfa) e IFN-β (beta).
·
Células veliformes:
Las células veliformes deben su nombre a los numerosos procesos en forma de
velo que presentan en la superficie. Se encuentran en los senos linfoides y
linfáticos aferentes. Tienen una forma triangular y representan una fase
intermedia entre las células de Langerhans (DC periféricas) y las células
dendríticas interdigitades (DC los órganos linfáticos secundarios).
·
Células dendríticas
interdigitantes: Las células dendríticas interdigitantes derivan de la médula
ósea. Se las encuentra en todo el cuerpo, pero sobre todo en las regiones de
linfocitos T de los ganglios linfáticos, en la capa linfocítica periarteriolar
del bazo, el timo, las amígdalas y las placas de Peyer. Son las células
presentadoras de antígeno más eficaces por los linfocitos T vírgenes y son
especialmente importantes para la presentación de antígenos víricos. Desde un
punto de vista histológico, presentan unas arrugas típicas en la membrana
plasmática y un núcleo celular extraño. Los antígenos procesados son
presentados a los linfocitos T CD4 mediante moléculas MHC II. La liberación de
citoquinas por parte de las células dendríticas conduce a la estimulación y
proliferación de los linfocitos T.
·
Células dendríticas
foliculares: Las células dendríticas foliculares (FDC) se encuentran en los
folículos linfáticos de los órganos linfoides secundarios y órganos linfoides
terciarios. El término FDC fue acuñado para distinguirlas de otras células
estromales situadas en los folículos de linfocitos B, las células
fibroblásticas reticulares. Capturan complejos inmunitarios y contribuyen a la
maduración de linfocitos B mediante la presentación de antígeno, que implica un
cambio de clase.
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